martes, 6 de setiembre de 2011

EL QUE LLAMAN SALVADOR LES HA PUESTO LAS CADENAS


Estos sacerdotes también están encadenados, pero al menos sus cadenas pagan. Los otros que están aprisionados simplemente están perdiendo su tiempo espe­rando, TODA ESPERA ES ESPERAR A GODOT QUE NUNCA VIENE.

Cinco mil años antes, Krishna había prometido a los hindúes: "Cuando haya miseria, cuando haya dolor, cuando haya angustia, cuando la gente se vuelva no virtuosa, vendré a redimirlos". Ahora ¿Qué más quiere?, las prisiones están llenas de criminales, y aquellos que no están en prisión, no significa que no sean criminales, simplemente signifi­ca que no han sido capturados, las personas están viviendo en la más profunda miseria, inanición, hambre, todo tipo de perversiones sexuales... ¿Qué es lo que está esperando? Debería venir. No va a tener otra oportunidad mejor de redimir a la gente. Jesús prometió: "Vendré". TODOS HAN PROMETIDO, sus promesas se han tornado cadenas en tu alma. A CAUSA DE SUS PROMESAS, TÚ NO HAS HECHO NINGÚN ESFUERZO PARA CAMBIAR TU PROPIO SER, que es mucho más fácil que esperar.

¡Cadenas de valores falsos y de palabras ilusorias!

Yo me siento verdaderamente asombrado de que casi toda la tierra crea en diferentes tipos de escrituras falsas, su falsedad es tan claramente evidente que no necesita ser probada. Por ejemplo, todos dicen: "Dios creó el mundo". Y, por supuesto, no hubo ningún testigo. ¿Con qué fundamentos tienen tanta certeza de que Dios creó el mundo? Dios no ha dejado ninguna inscripción en ningún lugar: "Yo cree el mun­do", el día, el mes, el año, no hay ni un sólo testigo. Todos ellos van predicando acerca de Dios, pero ni una sola persona lo ha visto, todos ellos siguen hablando acerca del cielo y del infierno, no sólo hablan­do, tienen mapas del cielo y el infierno, y no tienen mapas de la tierra en la cual viven. Yo estaba visitando Agra, Agra tiene la pieza más hermosa de arquitectura, el Taj Mahal, en Agra y sus alrededores hay una secta hindú, Radhaswami. Cuando su fundador murió, decidieron hacer algo mejor que el Taj Mahal, porque estaba en la misma ciudad Agra, y durante casi cien años miles de picapedreros han estado trabajando en él, y solamente está lista la planta baja.

No parece que vayan a ser capaces de hacer que todos sus sueños se tornen realidad, pero, aún la planta baja muestra que si tienen éxito, harán del Taj Mahal, el número dos, su lugar será el número uno, un arte tan grande, tan tremendo trabajo de tallado en mármol.


El alto sacerdote me llevó dentro del templo y me mostró un mapa. Ellos creen que hay quince cielos y quince infiernos... parece matemático. Alguien nada más roba una cosa pequeña, te roba un botón del saco; ahora, arrojarlo junto con Aldof Hitler no parece que sea correcto; debe haber alguna categorización.
Entonces parece lógico: quince infiernos para diferentes tipo de pecadores. Los más grandes pecadores van al quince. Lo mismo acerca de los cielos. Alguien ha hecho algo bueno, no puede ser colocado con Gautama Buda o Jesucristo, entonces según sus meritos...

Entonces yo miré, y viendo mi interés en su mapa, el alto sacerdote me pre­guntó: "¿Qué piensas acerca de esto?".

Le respondí: "Está perfectamente bien". Aunque es absolutamente desagradable, desagradable en el sentido de que Mahoma está en algún lugar en el cuarto cielo, Moisés en el quinto, Jesús en el sexto, Gautama Buda, Mahavira en el séptimo, Kabir, Nanak en el octavo...

Ese es el modo en que ellos lo han dividido, con los nombres escritos y con su propio gurú, el fundador de la secta Radhaswami en el número quince. El estaba sólo allí, había llegado a la más alta consciencia, Gautama Buda esta­ba aún en el séptimo, Jesús en el sexto.

Preguntó: "¿Qué piensa acerca de la categorización de estas personas?".

Le respondí: "Eso es perfecto. Tu gurú está en el quince".

Me miró y dijo: "¿Cómo tienes certeza?".

Le dije: "Yo tengo certeza porque estoy en el dieciséis, y tu gurú está tratando duramente de entrar en el dieciséis, pero no lo voy a dejar. Lo arrojaré nuevamen­te al quince".

Dijo: "¿Dieciséis? Pero nunca hemos escuchado acerca del dieciséis".

Le respondí: "Escuches o no escuches, eso no hace diferencia".

Dijo: "Pero, estás insultando a nuestro Gurú".

Le respondí: "No lo estoy insultando. Cada uno según su virtud. El llegó hasta el quince, y naturalmente no voy a compartir con nadie el apartamento dieciséis.

Y no hay nada más por encima, entonces no puedo estar más alto. Este es el pico más alto y tu gurú tiene que permanecer en el quince".

El dijo: "No te creo. Debes estar bromeando".

Respondí: "¿Tú no estás bromeando poniendo a Gautama Buda en el séptimo y a tu gurú, que no es ni siquiera el polvo del pie de Gautama Buda, en el nú­mero quince?".

El estaba muy enojado, pero le dije: "El enojo no ayudará. Todas estas falseda­des... no tienes ninguna evidencia para esto. Si puedes tener alguna evidencia, yo tendré la evidencia de que estoy en el dieciséis. Pregúntale a tu gurú, él me conoce perfectamente".

Pero todas las escrituras religiosas, teológicas, están llenas de mentiras, TIENEN QUE ESTAR LLENAS DE MENTIRAS PORQUE LA VERDAD ES MUY SIMPLE, no necesita una escritura, necesita una consciencia meditativa, necesita un silencio dentro tuyo, ese es el único templo, todos los otros templos son falsos.

¡Cadenas de valores falsos y de palabras ilusorias! ¡Ah
quién pudiera redimirles de su Redentor!

Zarathustra está diciendo: Alguien debería redimirlos de sus redentores. PERO DI CUALQUIER COSA CONTRA CUALQUIER FALSEDAD, E INMEDIATAMENTE CREARÁS ENEMIGOS. Yo no he hecho daño a nadie, y he creado millones de enemigos alrededor del mundo. Nada más que porque estoy señalando los principios falsos de sus escritu­ras, y no son capaces de defenderse. SU FRACASO EN DEFENDERSE LOS TORNA FURIOSOS, RABIOSOS, ENEMIGOS.

¡Oh! ¡Ved los albergues que se han construido esos sacerdotes!
Llaman iglesias a sus antros de empalagoso olor.
¡Oh esa luz artificial, esa atmósfera pesada!
Aquí el alma no puede volar hasta su propia altura...
Por el contrario su fe les ordena: “¡Subid las escaleras de
rodillas, pecadores!”.

TODAS LAS RELIGIONES DESTRUYEN LA DIGNIDAD DEL HOMBRE, lo llaman pecador. Más que dotar al hombre de dignidad, de hacerlo más hermoso y más verdadero, de hacer de él un Dios sobre la tierra, HAN TRANSFORMADO A TODA LA HUMANIDAD EN UNA MULTITUD DE PECADORES. Todo lo que tiene que hacer es:

¡Subid la escalera de rodillas, pecadores!

A esto lo llaman adoración, a esto lo llaman oración. Esto no es otra cosa que suicidio, esto es destruirte a ti mismo, a tu propia estima ante tus ojos, tu autorespeto, tu dignidad.

ERES LA EVOLUCIÓN MÁS ALTA DE LA EXISTENCIA... la existencia ha esperado y soña­do contigo para que traigas estadios aún más al­tos de consciencia... LA EXISTENCIA SUEÑA DENTRO TUYO CON QUE TE VUELVAS UN SUPERHOMBRE, pero estos sacerdotes han creado superpecadores.

OSHO - Zarathustra: Un Dios Que Puede Bailar

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