domingo, 4 de setiembre de 2011

LOS DEDOS PUEDEN SER DIFERENTES, PERO LA LUNA ES LA MISMA


TODAS LAS PALABRAS ACERCA DE LOS VALORES ESPIRITUALES son nada más que indicios. No te aferres a las palabras como si fuesen realidades, son indicios. Casi de la misma manera en que puedo señalar la luna con mi dedo... Pero no te agarres a mi dedo, mi dedo no es la luna. Aunque que mi dedo esté apuntando a la luna, es
solamente un indicio.

EN UNO DE LOS TEMPLOS DE JAPÓN, no hay estatua de Gautama Buda en el templo. En lugar de una estatua HAY UN DEDO APUNTANDO A UNA LUNA LEJANA. Es un templo de un tipo especial, porque Buda no es nada más que un dedo apuntando a la luna. No sigas adorando el dedo, esto no ayudará, mira a la luna que el dedo está apuntando. Olvídate del dedo, olvídate de las escrituras, olvídate de los maestros, olvídate de todas tus religiones, TRATA NADA MÁS DE ENCONTRAR LO QUE ESTÁN INDICANDO, y te sorprenderás al encontrar que miles de dedos están apuntando a la misma luna.

Y LOS SEGUIDORES DE ESTOS DEDOS ESTÁN PELEANDO Y MATÁNDOSE LOS UNOS A LOS OTROS. Los mahometanos matando cristianos, los cristianos matando judíos, los hindúes matando mahometanos, y nadie se preocupa de que están peleando por dedos. LOS DEDOS PUEDEN SER DIFERENTES, PERO LA LUNA ES LA MISMA. Los ángulos de los dedos pueden ser diferentes, porque las personas están paradas en diferentes lugares, en diferentes tiempos, en diferentes edades. ¿Cómo puede Krishna señalar exactamente de la misma manera en que lo hizo Jesús?, ¿cómo puede Buda señalar de la misma manera de la que está señalando Zarathustra?


La persona que busca el conocimiento de estas indicaciones en las escrituras, en las palabras, en las estatuas, es un  tonto. LA BÚSQUEDA TIENE QUE SER HACIA DENTRO, porque todos están señalando que EL REINO DE DIOS ESTÁ DENTRO DE TI.

Y EXCEPTO QUE VAYAS HACIA ADENTRO, excepto que cierres tus ojos y relajes tu mente, excepto que tu corazón, tu cuerpo, tu mente, se sincronicen en armonía, en un profundo acuerdo, NO SERÁS CAPAZ DE ESCUCHAR LA PEQUEÑA VOZ QUE HAY DENTRO TUYO.

Y  esa  voz,  no  es  la  voz  de  ningún  otro, es  tu  propia  voz.  Y  recuerda:  SOLO LA VERDAD QUE ES TUYA, LIBERA. LA VERDAD DE CUALQUIER OTRO SIEMPRE SE CONVIERTE EN UNA ESCLAVITUD.

OSHO

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